BOSQUE, HISTORIA Y CAFÉ
En el centro del estado de Veracruz, a ocho kilómetros de su capital, sobre un fértil valle a los pies del Cofre de Perote, se encuentra esta ciudad caracterizada por un bello trazado y una arquitectura colonial que le valió el título de Zona de Monumentos Históricos.
Vigilada desde la lejanía por el Citlaltépetl o pico de Orizaba, el verde siempre presente en cafetales, bosques y cañaverales contrasta con las montañas azuladas de la Sierra Madre Oriental y el blanco remate del volcán.
Su nombre prehispánico, si bien se traduce como “en el cerro de la culebra”, puede pensarse que alude a la fertilidad de sus tierras, si consideramos a la serpiente como símbolo, presente en el nombre de dioses como Coatlicue, la diosa de la tierra, o el propio Quetzalcóatl.
Coatepec también es agua. Numerosos ríos y arroyos serpentean por sus tierras y, de tanto en tanto nos regalan una cascada. Su vegetación nativa, el bosque de niebla, es refugio de pájaros, orquídeas y helechos gigantes.
Su altura de 1200 metros y su clima templado hacen a sus campos idóneos para el cultivo del café, además de otros productos, como los cítricos o la caña de azúcar, que marcaron la historia económica de la población.
Podemos hacer un recorrido por la historia de su arquitectura: conocer las casas de las antiguas haciendas y los cascos de los ingenios, o los beneficios de café y, por supuesto, pasear por el centro histórico, entre aleros, rejas y patios.
Sus habitantes han hecho modo de vida y arte del cultivo, proceso y tostado del café, que no puede dejar de degustarse en los variados cafés y restaurantes que nos ofrecen un descanso en nuestro caminar.
Un poco de historia
En Coatepec existen vestigios de ocupación desde el periodo preclásico, en el sitio conocido como Campo Viejo, aunque a la llegada de los españoles estas tierras estaban pobladas de forma dispersa por indígenas de etnia totonaca, sometidos al imperio de la Triple Alianza.
Gastronomía
El mole
Toda la región se caracteriza por la excelencia de sus moles. Especialmente endulzados con chocolate, plátano y pasas, abundantes en especias y granos de anís. No dejes de probar en mole coatepecano.
Fiestas
La principal fiesta de la localidad es la celebrada en honor de San Jerónimo, patróno de la ciudad, el 30 de septiembre, aunque durante toda la semana previa suele haber festejos.